El exmandatario asegura que fue voluntario del estudio de la vacuna de Sinopharm, pero dice que no podía revelarlo. Sin embargo, fuentes de El Comercio confirmaron que él no participó en el estudio, sino que recibió una “vacuna para consultantes”
Todo empezó tras una visita que hizo el expresidente de la República Martín Vizcarra a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Este centro de estudios, al igual que la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), es una de las dos instituciones a cargo de los estudios experimentales de la fase 3 de la vacuna desarrollada por el laboratorio chino Sinopharm contra el COVID-19.
La primera visita que hizo Martín Vizcarra fue a la UPCH, el pasado 11 de setiembre del 2020. Mientras que su siguiente actividad fue a San Marcos días después, el 29 de setiembre. Fue en este evento donde el entonces mandatario manifestó su interés de hablar con los encargados del ensayo clínico.
Fuentes de El Comercio confirmaron que, al día siguiente de este manifestado interés, Palacio de Gobierno se comunicó y citó al doctor Germán Málaga, jefe del proyecto en la UPCH.
De acuerdo con el registro de visitas del Despacho Presidencial, Málaga ingresó a las 5:04 p.m. del 1 de octubre a la sede del Ejecutivo. El motivo fue una reunión de trabajo particular con el presidente Martín Vizcarra. En la conversación, el mandatario hizo preguntas sobre cómo era la vacuna y el ensayo clínico.
El jueves, en una conferencia de prensa que ofreció el también candidato al Congreso por Somos Perú, dijo que él había “tomado la decisión” de ser parte de los 12 mil voluntarios que se enrolaron para los ensayos clínicos de la vacuna. La primera dosis, según propia manifestación de Vizcarra, fue aplicada el 2 de octubre.
La segunda dosis de la vacuna fue aplicada a Vizcarra el 29 de octubre. Ese día, el doctor Málaga ingresó a la sede del Ejecutivo a las 2:34 de la tarde y también fue recibido por el entonces secretario general.
Según pudo confirmar este Diario, la exprimera dama Maribel Díaz también fue vacunada en Palacio de Gobierno, aunque no se precisó los días en que esto ocurrió.
El Comercio intentó comunicarse con el expresidente Martín Vizcarra vía telefónica, pero el equipo de prensa respondió que él no daría más declaraciones al respecto. Sin embargo, este viernes tendrán, por la mañana, otra conferencia en Moquegua.
Descartes
El exmandatario argumentó el jueves que no reveló que estaba siendo inoculado porque los voluntarios de Sinopharm tienen que mantener la reserva por tratarse de una “fase experimental”.
Esta declaración no se ajusta a la verdad, de acuerdo con el formato de consentimiento informado, el primer documento que un voluntario lee para participar en los ensayos clínicos.
Si bien hay una protección de privacidad de los voluntarios en el estudio experimental, eso no les impide, personalmente, dar a conocer que están participando en el estudio.
Para tratar de zanjar el tema, Vizcarra se sometió el jueves a una prueba rápida, en plena conferencia de prensa en Tacna, practicada por la Clínica La Luz.
El resultado no marcó “IgM ni tampoco IgG”. Es decir, se presume que no habría generado anticuerpos contra el COVID-19.
Sin embargo, esta no sería una prueba necesariamente válida. Hay formas de inmunidad que persisten, que no se miden con en este tipo de prueba.
El médico infectólogo de la UPCH Fernando Mejía explicó que los anticuerpos neutralizantes -específicos contra el coronavirus que bloquean su actividad de replicación- se pueden medir solo en estudios de investigación. No son pruebas que se adquieren en ningún laboratorio o que puedan ser medidos con una prueba comercial.
Mejía añadió que hay otras formas de corroborar si una persona fue voluntaria o no del ensayo de vacuna. Por ejemplo, Vizcarra podría haber hecho público su código de voluntario o mostrar los documentos que firmó para participar en el estudio.
“El que tiene toda la información de cualquier estudio clínico en el Perú, quien tiene la información de los participantes, es el Instituto Nacional de Salud (INS), que pertenece al Ministerio de Salud”, precisó Mejía.
“Una cosa es participar del estudio y otra que por cortesía te den una vacuna. Es posible en el contexto de proteger a las más altas autoridades del país. Como lo hicieron en China”, agregó Mejía.
Por otro lado, la exministra de Justicia Ana Neyra dijo a El Comercio que el asunto del ensayo de vacuna nunca fue comentado en el Consejo de Ministros. “Tampoco me consultó si era importante transparentarlo. Yo se lo hubiese recomendado”, comentó Neyra.
Finalmente, el médico Mejía cuestionó la acción de Vizcarra de someterse a una prueba rápida en vivo debido a que esto podría ser malinterpretado por la población.
“Ahora que la gente se vacune, va a intentar hacerse un dosaje comercial de anticuerpos y va a pensar que le están poniendo vacunas no adecuadas. Induce a la población a seguir su conducta, que es un error y va a llevar a confusión a la población”, enfatizó.