Los cuestionamientos a la gobernadora regional de Lima, Rosa Vásquez Cuadrado, dejan de ser simples reclamos ciudadanos, ahora se respaldan en rigurosos informes de la Contraloría General de la República que desenmascaran una gestión marcada por la incapacidad y el abandono.

El Informe de Orientación de Oficio N.° 8253-2025-CG/PREVI-SOO revela que el Gobierno Regional de Lima apenas ejecutó el 41 % del presupuesto destinado a inversiones públicas este año.

Lo más indignante, es que se trata de proyectos que debieron estar culminados antes del 4 de agosto de 2025, pero que muestran diferencias alarmantes entre el avance físico y el financiero acumulado.

Este incumplimiento no solo refleja ineficiencia administrativa, sino también una irresponsabilidad política que traiciona a los distritos más vulnerables de la región. Al paralizar obras y desfinanciar proyectos, se condena a miles de familias a seguir sin servicios básicos y sin infraestructura elemental.

La conclusión es clara: Rosa Vásquez está al frente de un gobierno incapaz de gastar, de ejecutar y de responder a las necesidades de la gente. La evidencia es lapidaria. Los recursos existen, lo que falta es voluntad y capacidad de gestión que brillan por su ausencia.

En este contexto, el consejero regional Víctor Hugo Huaccho no puede seguir en silencio. Su deber constitucional es fiscalizar y exigir cuentas en la próxima sesión del Consejo Regional. De omitirlo, su inacción podría ser denunciada como omisión de funciones, convirtiéndolo en cómplice de una de las gestiones más desastrosas que ha tenido la Región Lima.