La elección del cardenal Robert Francis Prevost Martínez como el papa León XIV ha llenado de júbilo a todos los peruanos, un sentimiento que se vive de manera especial en Trujillo, debido a los años que pasó en la capital de la región La Libertad como formador de fe, párroco, profesor del seminario y vicario judicial.

Como parte de su trabajo pastoral, el ahora Sumo Pontífice ayudó a fundar nuevas iglesias, una de las más recordadas en la iglesia De Nuestra Señora de Montserrat, en la urbanización del mismo nombre, en el cercado de la ciudad, de la cual también fue párroco.

“Ya nos habían dicho que el cardenal Rober Prevost tenía muchas posibilidades de ganar. Yo lo estaba viendo por la televisión y dejé todo, una vez escuché la noticia para venir aquí”, narró una de las fieles a un medio local.

Dijeron que Robert Prevost realizó un gran esfuerzo para lograr levantar la iglesia, a fin de darle la posibilidad a los fieles de que tengan un templo cerca donde ir a orar a Dios.

Prevost regresó a Perú en 1988, fue enviado a la misión de Trujillo para ser el director del proyecto de formación común de los aspirantes agustinos de los Vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. Allí se desempeñó como prior de la comunidad (1988-1992), director de formación (1988-1998) y maestro de profesos (1992-1998).

En la arquidiócesis de Trujillo prestó servicio como vicario judicial (1989-1998), profesor de Derecho canónico, Patrística y Moral en el Seminario Mayor; también ejerció como director de estudios del mencionado centro de formación sacerdotal, y fue rector encargado durante un año.

Como hemos mencionado, fue párroco fundador de la Parroquia Nuestra Señora de Monserrat (1992-1999) y de la Capilla Ntra. Sra. Madre de la Iglesia (hoy Parroquia Santa Rita de Cascia), entre 1988 a 1999. (Andina)