Centro Poblado que durante los últimos años, viene siendo gobernado por cuestionables personajes que tienen deudas pendientes con la justicia.

Un informe emitido por el programa televisivo Caurto Poder que se emite por América Televisión, no nos deja bien parados... y es que se habla de tráfico de terrenos...

A dos horas de Lima, en el kilómetro 170 de la Panamericana Sur, emerge un lugar solitario, tenebroso, con amplias construcciones y banderas desgastadas, un pueblo frente al mar, en medio de la nada. Una zona codiciada por los traficantes de terrenos.

Es el Centro Poblado Nuevo Ayacucho, en Cañete. Aquí se respira temor y desconfianza. Cualquier extraño es visto como una amenaza. Y no es para menos, los criminales han arrebatado tierras a punta de bala.

Es una zona gobernada por autoridades vinculadas el tráfico de tierras, el sicariato y la extorsión. Una tierra liberada que ha sido testigo de un nuevo homicidio por encargo.

Sobre Yhosbel García Buasbek, exalcalde de Nuevo Ayacucho, pesaba una solicitud de cadena perpetua por diversos delitos. Un personaje bastante conocido por las autoridades judiciales.

El centro poblado de nuevo Ayacucho es una zona que durante los últimos años viene siendo gobernado por cuestionables personajes que tienen deudas pendientes con la justicia. Aquí los pobladores le temen a la propia autoridad.

Son víctimas aterrorizadas que prefieren ocultar su identidad. Sindican al alcalde del centro poblado Nuevo Ayacucho, Joaquín Ayala, como la persona que los despoja a balazos de sus terrenos

Mientras en esta zona se respira miedo, la justicia dilata aún más el proceso contra el alcalde Joaquín Ayala y otras 61 personas vinculadas a “Los Injertos de Nuevo Ayacucho”, personajes que, en algunos casos, como en el de Ayala, ejercen cargos de autoridad.

Poco queda de la población ayacuchana que hace más de 20 años escapó de la violencia y decidió fundar “Nuevo Ayacucho”. La criminalidad los persiguió y les arrebató las tierras que hoy son ofertadas sin control.

Es Nuevo Ayacucho un centro poblado donde las amenazas de muerte son una constante. Es un lejano oeste a unas horas de Lima que al parecer nadie quiere mirar. (América Noticias/ LÍNEA DIRECTA)