Eso es lo que queda claro con lo expuesto a través de una nota oficial publicada por la Municipalidad Distrital de Imperial, en su cuenta oficial de Facebook, como respuesta a su evidente inacción, letargo o irresponsabilidad, en torno a su obligación de inspeccionar, investigar y controlar el cumplimiento no solo de obligaciones tributaria de los contribuyentes, sino también de la legalidad del funcionamiento de los establecimientos comerciales que reinan en el distrito.
El pasado domingo 10 de diciembre, una persona perdió trágicamente la vida debido a disparos mientras se encontraba bebiendo licor, según se dijo, en la puerta de un local, que operaba como bar, en el asentamiento humano Josefina Ramos Vda. de Gonzáles Prada, sin contar con los documentos en regla para su funcionamiento ya que la licencia del establecimiento solo le permitía la venta de abarrotes y esta se encontraba vencida.
Y ¿Dónde está la responsabilidad fiscalizadora que la autoridad edil debe realizar diariamente en su jurisdicción, para que los establecimientos comerciales cuenten con toda la garantía de ofrecer un servicio adecuado dentro de la legalidad?
¿Acaso no es una realidad el gran porcentaje de negocios comerciales que existen en la otrora denominada “Capital Comercial del Sur Medio” con un gran porcentaje de ellos que funcionan de manera ilegal o con documentación no vigente?
Que es un problema heredado y existente por años, puede ser... pero lo que espera la población son soluciones rápidas y efectivas, porque se entiende que las autoridades, que ya van a cumplir un año de gestión, conocían perfectamente los problemas existentes en la comunidad, incluso antes de ser candidatos.
Puede justificarse el funcionamiento de un establecimiento infractor que no controló la Muncipalidad, con la clausura respectiva como una “respuesta a la reciente tragedia” tal como textualmente lo señala la gestión del alcalde Carlos Yauricasa Tipiani en una nota informativa, agregando que dicha acción “busca enviar un mensaje claro de que el cumplimiento de las normativas y regulaciones es fundamental para asegurar la integridad y la tranquilidad de nuestra comunidad”.
Entonces si no había muerte y escándalo vecinal con crítica a la autoridad municipal NO HUBIERA EXISTIDO MENSAJE PARA QUE LOS NEGOCIOS CUMPLAN LAS NORMAS, que la autoridad edil debe fiscalizar a través del trabajo cotidiano de personal del área que corresponde.
Lamentablemente estamos acostumbrados a exigir cumplimientos, luego que sucede algo, por eso no deja también de ser un pretexto y consuelo una trillada frase que dice “Más vale tarde que nunca”.
Ojalá que luego del triste episodio, por el ángulo que quiera mirarse, se tomen las medidas respectivas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y prevenir futuros incidentes, como se indica en la nota.
¿Seguirá siendo un problema social la proliferación de negocios que funcionan al margen de la Ley en el distrito de Imperial? Recordemos que muchos de estos alimentan la inseguridad, de la cual también hace gala el distrito imperialino, más aún en aquellos donde se venden licor o funcionan como prostíbulos clandestinos. La respuesta la tiene las autoridades competentes y el tiempo será el encargado de evidenciarlo. A veces la peor publicidad surge desde la misma casa.