Nacimiento del compositor peruano Felipe Pinglo Alva
Novedades
Publicado en 18/07/2023

Julio Felipe Federico Pinglo Alva (Lima, 18 de julio de 1899 - 13 de mayo de 1936), conocido como «el bardo inmortal», fue un destacado compositor y músico peruano, considerado uno de los máximos exponentes de la música criolla, poseedor de un estilo de amplio arraigo popular que enriqueció el acervo musical peruano. Es también conocido internacionalmente por ser el autor del vals «El plebeyo».

Contexto histórico

La música criolla (constituida básicamente por el vals y la polka) ya se escuchaban desde finales del siglo xix en los barrios populares de Lima inspirada en las danzas europeas que se bailaban en los elegantes salones. La primera generación de compositores criollos que se desarrolló entre fines del siglo xix hasta 1920 conocida como “La Guardia Vieja”, se nutrió del importante influjo de ritmos españoles como la zarzuela y la jota aragonesa.

En los años 20 se operan cambios importantes en la estructura urbana de Lima y se empieza a sentir en los barrios populares la influencia de nuevos géneros musicales especialmente el foxtrot, one-step, tangos, entre otros. Estos comenzaron a desplazar a la aún incipiente música criolla, con el foxtrot como el género de mayor consolidación en América Latina.3​ Es en este panorama en que aparece Felipe Pinglo Alva y marca el primer hito histórico en el desarrollo de este género musical. El 17 de mayo de 1926 se instaló el primer instituto musical bajo su nombre, el más lóngevo en operarse dentro del territorio nacional.4

Carrera musical

Felipe Pinglo tocaba la guitarra a la inversa, porque era zurdo. No cambiaba la encordadura del instrumento, razón que algunos entendidos han considerado importante en el descubrimiento de nuevas tonalidades logradas por él, apreciables en su abundante producción musical.

Con los primeros entusiasmos sentimentales de sus años mozos desarrolló su espontánea habilidad para el canto y la composición musical. Pronto conquistó simpatía y aprecio en las reuniones de barrios que se hacían acompañadas de música criolla. Afinando así su inspiración, brota su primera composición, el vals «Amelia» ejecutado en 1917. Desde allí al compás de su guitarra afloraron unas 300 composiciones aproximadamente, muchas de ellas de contenido autobiográfico, impregnadas del acento melancólico, sugeridas por el ambiente bohemio, las angustias debido a su males físicos; así como también composiciones que son protestas ante las injusticias sociales. Cabe destacar que Pinglo fusionó el estilo previo del vals limeño con armonías provenientes de otros géneros, como el tango argentino, así como incursionó en la composición de ritmos internacionales de moda, como el one-step.

Paulatinamente, la figura de Pinglo se tornó familiar en los barrios limeños de Rímac, Monserrate y La Victoria. Es la época en que sorprende a sus amigos con su deslumbrante inspiración, capaz de crear un tema en contados minutos. Entre 1921 y 1923 Felipe se ausenta de los Barrios Altos para irse a vivir a La Victoria. A los 24 años de edad, Pinglo era ya un compositor celebrado, mientras conoció a José Carlos Mariátegui.6​

En 1925 conoció a Hermelinda Rivera Urrutia, a la sazón de 17 años de edad. Con ella se casó el 11 de mayo de 1926 en la iglesia San Francisco. Poco tiempo después nacieron sus hijos, Carmen y Felipe.

Hermelinda Rivera había sido novia del también compositor Alberto Condemarín y cuando ésta se casó con Pinglo, Condemarín le compuso el vals «Hermelinda» que rápidamente se hizo popular y actualmente es uno de los clásicos de la música criolla. Pinglo, herido en su amor propio por la composición de Condemarín, deseaba escribirle a su esposa un vals que fuera popular también.

Fallecimiento

En 1935, Pinglo cayó enfermo por fuertes dolores en la rodilla izquierda debido a una lesión deportiva y también por los cada día más agudos espasmos que le produjo una bronquitis mal curada.

Tres días antes de morir, Pinglo terminó de escribir la que sería su última canción, el vals “Hermelinda” dedicado a su esposa. Las fuerzas ya no le daban para ponerle música por lo que le encargó a su esposa entregarlo a Paco Vilela o Pedro Espinel para ser musicalizado. Hermelinda Rivera no quiso dar a conocer esta última composición y por haberlo mantenido guardado por tantos años, no es muy conocido.7​

A las 5 de la mañana del 13 de mayo de 1936, a los 36 años de edad, murió Felipe Pinglo Alva con los ojos fijos en la imagen de la Virgen del Carmen, patrona del criollismo. Al día siguiente, sus restos fueron acompañados por cerca de un millar de personas hasta el cuartel Santa Rebeca del Cementerio Presbítero Maestro donde fue sepultado. Cuatro días después, el compositor Pedro Espinel, uno de los mejores amigos de Pinglo, fundó el “Centro musical Felipe Pinglo Alva”.

El 26 de octubre de 1958 sus restos fueron trasladados a un mausoleo coronado por un busto obra del escultor Artemio Ocaña. Las guardillas de la tumba, en forma de notas musicales, fueron diseñadas y forjadas por el decimista Nicomedes Santa Cruz. Estas guardillas son las primeras notas del vals “El plebeyo”.

Comentarios